La calificación energética podrá impedir la venta de viviendas, a partir del 2030.


La Directiva Europea de Eficiencia Energética de la Edificación ha establecido una nueva regulación en torno a las condiciones mínimas de consumo de energía para poder vender una vivienda.

Esta estípula que no se permitirá la venta de inmuebles que no cuenten con un certificado energético de calificación mínima “E”, considerada media-baja o de consumo poco eficiente. 

Será efectiva a partir de 2030. Desde entonces, cuando un propietario quiera vender su vivienda, deberá asegurarse de que esta cuente con la puntuación requerida, y en caso contrario, realizar las reformas necesarias para conseguir alcanzarla.